domingo, 16 de octubre de 2016

pelicula: Inferno (2016)

Por tercera vez, Tom Hanks vuelve a encarnar a Robert Langdon en su tercera aventura cinematográfica en la adaptación de la novela homónima escrita por Dan Brown, que en esta ocasión si he tenido ocasión de leer por lo que nombraré las diferencias entre ambas obras . Y de nuevo, vuelven a coincidir Hanks y Ron Howard, realizador de las anteriores entregas del experto en simbología. En esta ocasión, Langdon tendrá que poner a prueba sus conocimientos sobre Dante y de su obra más conocida "La Divina Comedia".

Cuando el experto en simbología Robert Langdon (Tom Hanks) despierta sin memoria en un hospital de Florencia, será ayudado por la doctora Sienna Brooks (Felicity Jones) a recuperarla. Sobre todo cuando puede ser la pieza clave que salvará a la humanidad de su desaparición debido a un virus creado por el millonario Zobrist (Ben Foster) mientras intentará escapar tanto de la OMS, en la que trabajan su antiguo amor Elizabeth (Sidse Babbet Knudsen) y el pertinaz agente Christoph (Omar Sy) y de la misteriosa asesina Vayentha (Ana Ularu) que trabaja para una organización secreta liderada por Harry Sims (Irrfan Khan).

Una de las cosas a destacar dentro de la cinta es la utilización que hace Howard de las ciudades de Florencia y Venecia que aparecen en la película y que aparecen muy bien rodadas. Hacerlo mal resulta prácticamente imposible y Howard es consciente de ello. Por ello el film resulta una excusa ideal para deleitarse con dos de las ciudades más bellas del país transalpino, además de para mostrarnos algunos de sus museos que entre sus paredes guardan pistas que le serán de gran ayuda al personaje de Hanks a la hora de resolver el misterio, a la vez que le sirven para ir recuperando poco a poco su memoria.

Otra de los elementos a ser nombrados es que aquí se conoce algo más a Langdon, gracias a la relación que tuvo en el pasado con Elizabeth, de lo que pudo haber sido y no fue. En esta cinta se nos muestra a un Langdon más vulnerable en el aspecto emocional que en sus dos anteriores aventuras cinematográficas.

Y el último factor a resaltar es la interpretación que realiza Irrfan Khan (La vida de Pi; Slumdog Millionaire) pasándolo en grande con un papel en el que poco hay que rascar.

El resto de elementos, pues son justitos. No es que sea una película horrible ya que dista mucho de serlo. Es entretenida sin más, tiene una duración correcta de dos horas lo cual se agradece y no se hace pesada en ningún momento.

Uno de los problemas que tiene la cinta es que la química entre Hanks y Jones es inexistente. En ningún momento llegan a tener una conexión como la que si tienen Hanks y Babbet. Y la diferencia de edad no es excusa, es solo un error de casting. Jones es ahora la chica de moda en Hollywood, dentro de poco la veremos encabezando el reparto de Rogue One, así que esperemos que en futuros proyectos pueda dar muestras del talento que demostró en La teoría del todo, rol por el que fue candidata al Oscar.

Dentro de las diferencias que he podido encontrar entre ambas obras, dos son las que más destacan. La primera de ellas tiene que ver con el personaje de Jones, que en la novela usa peluca debido a un trastorno nervioso y aquí se obvia. Cosa que no molesta ya que no tiene nada que aportar a la trama y tampoco es que sea esencial en el devenir de los acontecimientos.

Pero es el final del libro donde cambian las cosas. Conclusión que por supuesto no voy a desvelar para no reventaros ni novela ni película. El final de la obra original es más amargo que en su adaptación a la gran pantalla. Estamos hablando de Hollywood, donde los finales felices suelen estar a la orden del día por lo que no puede acabar igual que como había imaginado Brown.

El guión vuelve a estar adaptado por David Koepp, que ya había trasladado a la gran pantalla Ángeles y demonios. Y es precisamente el guión y en las supuestas sorpresas donde flojea la cinta. Si por algo se ha caracterizado la obra de Dan Brown hasta la fecha es por los giros sorprendentes que introduce en sus libros. Y que una y otra vez parecen repetirse, es como si el escritor no supiera escribir de otra forma. Por lo que los que ya hemos visto tanto Ángeles y demonios como El código Da Vinci, sabemos lo que nos vamos a encontrar.

Soy el primero que se compra los libros de este escritor. Son novelas escritas de forma sencilla, con capítulos cortos y que se leen en un suspiro. Tramas puramente pulp, con capítulos que desembocan en un final que te hace seguir leyendo para saber como continua la historia. Es literatura fast-food para leer en un viaje largo o en la mesilla de noche antes de dormir. No te hacen mejor persona al leerlas, pero al menos entretiene que es lo que uno busca al adquirir este tipo de libros.

A continuación el tráiler:

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